El asentamiento

De Ruta de Los Colonos
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En los años 1849 y 1850 continúan llegando lentamente a Corral los inmigrantes alemanes en 16 barcos y cerca de 1000 personas que se establecen en Valdivia para luego emprender viaje por tierra al sur rumbo a La Unión, Río Bueno y Osorno. En ese mismo año, se habían radicado ya los primeros colonos extranjeros en las riberas del norte del Lago Llanquihue, localidad bautizada como Muñoz Gamero y Playa Maitén, y posteriormente como Pto. Octay. Las condiciones en Chile también eran de transformación. Manuel Montt sucede a Bulnes y se desarrolla la guerra civil de 1851 en la zona central que opone a conservadores y liberales.

El regreso de Bernardo Philippi desde Alemania

Después de más de 3 años de permanencia en Alemania, Bernardo Philippi fue llamado de regreso por el Gobierno, y al llegar al país fue nombrado Gobernador de Magallanes. En ejercicio de sus funciones, B. Philippi fue asesinado el 1º de noviembre de 1852 por indios nativos en una gira de reconocimiento. En los mismos días en que Philippi sucumbía en la Patagonia, arribaban a Melipulli los primeros colonos para la naciente colonia del Llanquihue.

El territorio en torno al Lago Llanquihue no se encontraba habitado y la naturaleza había recubierto desde hacía cerca de dos siglos el espacio. Por ello, este territorio fue redescubierto como lo señala Emilio Held ... “Cuando en enero de 1842, Bernardo Eunom Philippi volvió a descubrir el Lago de Llanquihue, el que había permanecido en el olvido y abandonado por muchos años y aún desconocida su existencia, él se dio cuenta que había descubierto una región de excelentes suelos productivos, los que estaban completamente abandonados y cubiertos por espesos bosques”. Cuando este último llega a la ribera de la Laguna Llanquihue - después de una ardua marcha por cerrados bosques – pudo contemplar con fascinación uno de los paisajes más lindos de América. Detrás del formidable lago con sus riberas cubiertas de selva sureña se levantaban majestuosamente contra el cielo radiante cuatro grandes cumbres: los volcanes Osorno y Calbuco, el monte Tronador y el Cerro Puntiagudo. Este redescubrimiento ocurría el 29 de Enero de 1842.

El segundo flujo de poblamiento de colonos alemanes en torno al Lago Llanquihue tenía una connotación distinta. En ella, el Estado de Chile asumía su reclutamiento en Alemania con el compromiso de una asignación de tierras en un lugar geográfico preciso: a orillas de la Laguna Llanquihue. Una declaración del Ministro Antonio Varas en el Congreso Nacional del 31 de agosto de 1852 fija la posición del Gobierno... "al principio de este año volvió al país el mayor Philippi enviado a Alemania para traer colonos para Valdivia. De muy poco provecho ha sido su viaje con relación a su principal objeto, porque ha sido extremadamente reducido el número de colonos remitidos por él. Pero como ha tenido especial empeño en publicar noticias sobre Valdivia, en instruir de las resoluciones dictadas por el Gobierno sobre esta materia, su viaje ha producido buen efecto de llamar la atención al sur de la República como punto de inmigración y despertar el deseo de venir a ella". Y acerca del Lago Llanquihue agregaba ... "hace pocos meses se echaron por el agente de colonización, las primeras bases de una colonia a las orillas del Llanquihue con un corto número de colonos. La nueva colonia se ha situado en un terreno muy ventajoso. Concluido el camino a Osorno quedará a pocas horas de esta villa, y abierto el que debe unir a Llanquihue con el seno de Reloncaví, quedará también en una fácil y expedita comunicación con el mar. Esta es la única colonia formal. Los demás son emigrados venidos por su propia cuenta que se han establecido en Valdivia, los unos en terrenos que han comprado como sucede con los pobladores de la Isla de Valenzuela, otros en terrenos que les ha cedido el agente de la colonización bajo ciertas condiciones, considerándolos como colonos".

Rosales y su exploración al Lago Llanquihue y la bahía de Frutillar.

Ante el flujo de inmigrantes alemanes, el gobierno chileno necesitaba mas tierras para albergarlos. En ese contexto, Vicente Pérez Rosales organiza en 1851 su expedición desde Valdivia y recorre La Unión y Osorno para dirigirse al centro del lado occidental del Lago Llanquihue. Lo relata de la siguiente forma “ Impuesto de que a poco caminar, hacia el SE de Osorno debía encontrarme en la zona occidental de esa selva, cuyo centro ocupaba la laguna de Llanquihue, a pesar de cuanto hizo el Gobernador para disuadirme del propósito que concebí de penetrar en ella, salí para ese temido lugar acompañado con el señor Frick y con los indios prácticos. Alojamos en un lugar que llamaban El Burro, y al día siguiente con la madrugada penetramos con más resolución que fuerza física en aquella ceja de cinco leguas de ancho de un bosque tan espeso, que ni las cartas podían leerse a su sombra. Las raíces entrelazadas, los matorrales espinosos, los quilantales unidos a los troncos con poderosísimas lardizabáleas, y el piso fangoso y lleno de charcos sobre los que formaban techos de hojas podridas que a cada paso nos hundían, opusieron a nuestra marcha a pie la más seria resistencia; pero al fin llegamos, bien que molidos y casi arrepentidos de nuestro jactancioso arrojo al lugar de nuestro destino, al cabo de siete horas de las más endiablada brega. Pero todo aquel malestar, todo el cansancio se tornó en entusiasmo y alegría, cuando saliendo de repente del oscuro recinto de la selva, se presentó a nuestra vista, sin transición ninguna, el más espléndido panorama. Fue aquello como alzar un telón de teatro que transforma en el cielo una decoración de calabozo. Encontrábame como por encanto en la margen occidental del gran lago de Llanquihue que, semejante a un mar, ocultaba en las brumas del norte y del sur el término de las limpias aguas que, tranquilas entonces, parecía que retozaban a mis pies entre las raíces de los robustos árboles que orlaban la playa donde nos detuvimos. La pura atmósfera del oriente hacía resaltar con el azul del cielo los más delicados perfiles de las últimas nieves que coronaban las alturas del Pullehue, del Osorno y del Calbuco, conos volcánicos que alzándose al poniente del Tronador, de dónde se desprenden, parecía que alineados se miraban en las aguas del lago”.

La colonización del Llanquihue

El poblamiento de las orillas del Lago Llanquihue se realiza en condiciones distintas por las características del terreno y las rudas exigencias de la sobrevida que tuvieron que enfrentar los colonos. La segunda fase del poblamiento del sur se lleva a cabo bajo la forma de una colonización propiamente tal. Mientras en la primera etapa el estado estuvo interesado en atraer una corriente de inmigrantes que se establecían en las regiones de Valdivia y Osorno, la segunda fase propia de colonización desde Melipulli y en los alrededores del Lago Llanquihue se inicia en 1852. Las diferencias eran importantes entre los primeros flujos de población de inmigrantes alemanes de naves que desembarcaron en Corral entre los años 1849-1852 y el segundo flujo de colonos se reorientó por Melipulli. Los primeros eran en forma importante de origen socio-económico medio. Existían entre ellos, quienes disponían de capital inicial, de una capacidad empresarial, de un oficio y especializaciones en actividades agrícolas e industriales. En cambio, las personas y familias que formaron parte de los flujos de colonos que llegaron en veleros y barcos a Melipulli en forma posterior, se caracterizaban por una situación socio-económica de “alemanes pobres”, de origen urbano y rural que sólo disponían de una formación inicial. En porcentaje proporcional al número total, el tipo de oficios y especialidades técnico-profesionales que poseía el segundo flujo de colonos era inferior al de los inmigrantes de la primera oleada. Los colonos eran principalmente de origen campesino que habían emigrado a las ciudades alemanas por necesidad de sobrevida. La frustración de la situación económica urbana los había hecho optar por la emigración hacia un lugar desconocido del “sur de Chile”. Los primeros inmigrantes lidereados por Anwandter estaban compuestos por personalidades que habían tenido la vivencia de los conflictos de la comuna del año 1848 en Alemania, por el establecimiento de la república democrática y las luchas entre estados regionales. La derrota en manos de las tradicionalistas fuerzas prusianas y la persecución posterior generó un éxodo masivo de más de 6 millones de alemanes de los cuales en su mayoría se dirigieron a la conquista de norte-américa atraídos por la fiebre del oro en California y la conquista del oeste. Dentro de este flujo global de alemanes que emigran a mediados del siglo XIX, sólo un 5 por ciento se radicó en Brasil, Argentina y Chile. Los emigrantes alemanes perfilaban por lo tanto un grupo de personas marcadas por el liberalismo, el espíritu republicano y la voluntad de intentar una nueva vida de utopías en el nuevo mundo. Estos eran una mezcla de aventureros, liberales, excomuneros, republicanos, demócratas, gente culta y algunos con cierto capital, formaban las características de los primeros flujos de inmigrantes alemanes. Estas características socio-económicas del primer grupo de alemanes se tradujo en que la implantación fuera de carácter fundamentalmente comercial con la compra de tierras, actividades artesanales, inversiones y desarrollo industrial. Entre estos primeros emprendimientos, destacan los Astilleros Haverbeck, calzados Rudloff, Weiss, Cervezas Anwandter, Molinos Grob y otros. Igualmente, se habían instalado en Osorno, Jorge Aubel y Germán Hube quienes destacaron en el desarrollo de esta ciudad en los primeros años.

Con el decreto del 27 de junio de 1853 y usando las facultades que les confería la Ley del 2 de julio del año anterior, el Presidente de la República, Manuel Montt declaraba la zona del Lago Llanquihue como Territorio de Colonización. Su ministro Antonio Varas fue, el encargado de llevar a cabo esta política en los años siguientes. Vicente Pérez Rosales, quien era agente de la colonización viajó a Europa en marzo de 1855, con el fin de intensificar la venida de colonos alemanes a Llanquihue, ya que la trágica muerte de Bernardo Philippi en 1952 había resentido los vínculos con el viejo continente.

La colonización se inicia con la llegada Valdivia del barco “Susana,” de solo 300 toneladas. Las familias llegadas de Alemania con sus implementos respectivos se volvieron a reembarcar en Corral rumbo a Ancud, lugar al cual llegaron después de muchas peripecias y peligros de naufragio. Finalmente, fueron trasladadas en lanchas desde Ancud a Melipulli el día 28 de noviembre de 1852, dando inicio a la colonización de Llanquihue.

El decreto “Territorio de Colonización del Llanquihue” del año 1853 tenía como objetivo establecer los límites de la futura colonia, e impedir las ocupaciones ilegales y la especulación de terrenos. Ella señalaba que el territorio alrededor del Lago Llanquihue era considerado territorio de colonización. En el artículo 1º se señala: “Se erige territorio de la colonización, gobernado con dependencia directa del Presidente de la República, el de la laguna de “Llanquihue”. Artículo 2º: “los límites de este territorio serán: al Este; la Cordillera de los Andes, al norte; el Río Damas, en todo su curso hasta la laguna de la ciudad de Osorno; al poniente: una línea recta que partiendo desde el punto del río Damas que acaba de mencionarse, remate en la confluencia del Río Rahue con el Río Negro y siga el curso de este rio hasta una distancia de siete leguas de la laguna de Llanquihue, desde cuyo punto seguirá conservando la misma distancia de la parte occidental de la laguna, hasta tocar con el Seno de Reloncaví, en frente de la isla de Mailen, al sur; una línea recta hasta la Cordillera de los Andes, quedarán comprendidas las islas de Tenglo y Mailen”.

Se estableció un espacio territorial de siete leguas alrededor de la laguna Llanquihue que permitía en condiciones excepcionales asignar tierras a colonos. Por el norte, se excluía la ciudad de Osorno estableciéndose el límite a una legua al sur de ésta. Por el sur, el límite fue el seno de Reloncaví. A partir de esta delimitación, la tierra fue medida y la superficie se dividió en parcelas simétricas de 100 cuadras (equivalentes a 157,25 hectáreas), quedando cada una de ellas con cinco de ancho por veinte de largo, las que fueron entregadas exclusivamente a hombres casados. Las parcelas que comenzaron a entregarse a partir del año 1858 se redujeron a la mitad, conservando en algunos casos el mismo largo o el mismo ancho que las otorgadas anteriormente. La distribución de los terrenos a orillas del lago generó el transporte de productos por vía fluvial, sistema que postergó por décadas el acondicionamiento de los caminos hacia el interior. En el año 1887, el viaje desde el Llanquihue (Pto. Octay) hasta la ciudad de Osorno era de aproximádamente 14 horas.

Durante cinco décadas se establecieron colonos siendo los flujos más importantes los ocurridos entre 1850 y 1875. Los primeros inmigrantes se radicaron en las áreas más accesibles del lago desde la ciudad de Osorno y Puerto Montt, ocupando primero el Norte, con las localidades de Muñoz Gamero y Playa Maitén, para luego incursionar desde Melipulli por el Sur hacia la laguna Llanquihue, estableciéndose en La Laja hasta la Fábrica y el Desagüe. Paulatinamente desde el año 1853 hasta 1864 todas las riberas del Lago, salvo al pié del Volcán Osorno fueron habitadas. Por último, éste se pobló entre los años 1890 y 1895, en su mayoría con colonos que habían abandonado los poco productivos terrenos de la Línea Pantanosa. Otras chacras adicionales se abrieron en la década de 1880 con la línea Santa María, Solar y Las Quemas, que se entregaron a los descendientes de los primeros inmigrantes y a ibero-chilenos.”

juanba

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